Sentir, transformar y hacer historia, es lo que nos hace humanos

Robotica Humanidad

Hay un viejo mito, de la tradición sacerdotal judía, que cuenta como Dios comienza el proceso de creación del mundo, poniendo énfasis en el hacer,  encrear y ordenar. Dios, en su humanidad, es hacedor, recreador y ordenador. El propósito de los mitos es el de hacernos cuestionar diferentes aspectos de la vida humana y el fin de la humanidad, entre otras cosas. Y que, por supuesto, debemos tener en claro que no tienen un carácter histórico. En este mito el ser humano, que a su vez es redactor del mismo, se ve semejante a Dios viendo en su esencia a un hacedor y transformador en busca de lo que es bueno [1]. Dios, como Padre (o Padre y Madre), transfiere sus características a sus hijos en imagen y semejanza, siendo los hijos análogos al padre.

El mercadeo moldeó la tecnología bajo la ambición de los magnates. Los reyes del mercado han impuesto la dictadura de la maximización de las ganancias y hoy día fomentan el encanto de una mecánica disruptiva mediante la aplicación de la robótica.

Como hemos mencionado en otros artículos, se propone la disrupción de los medios de producción y servicios por medio del uso de los mecanismos robóticos, como si fuera una innovación. Sin embargo, de transformación no hay nada. Es lo mismo de siempre.  Podemos, además, afirmar que transitamos un tiempo de intensificación de la tradición fundamentalista del mercado, que considera al trabajo humano un costo. Y que, por lo tanto, aplicando las leyes de la economía, se debería de minimizar este costo por medio de la suplantación del ser humano por mecanismos. Este planteo es una constante en las leyes y dogmas del mercado. No hay ninguna novedad cada vez que no se utiliza la tecnología como apoyo al trabajador sin pérdida de sus condiciones laborales.  Tanto sea esto para la fuerza laboral viva actual, como la futura. ¿Por qué utilizamos la palabra “viva”? Porque el trabajo es realizado por un ser humano íntegro, el cual puede interactuar con el sistema productivo transformándolo y, por ende, tiene la capacidad de hacer historia. Ser parte de la producción y su relación con la comunidad, que se ve beneficiada por lo producido. Por supuesto, podemos pensar que en este punto se podría caer en idealizar esta relación, ya que el feudalismo del mercado interpone a un actor: el patrón, quien se apropia del plusvalor, es decir, de parte del trabajo que hacen los empleados.

La automatización de mecanismos e inteligencia artificial indefectiblemente están asociados a la muerte, cada vez que se destinan las bondades de la tierra (energía, minerales, combustibles, etc…) a acciones realizadas por un mecanismo sin vida, en vez de ser parte de acciones humanas. Por supuesto, tomamos como válida esta afirmación cada vez que nos referimos a un trabajo humano digno y no opresivo. Sin considerar al incumplimiento de esta situación como una excusa para la utilización de mecanismos e inteligencia artificial. Quitando opciones al obrero, el operador, el trabajador, el vecino que necesita trabajo (entre ellos, los muchachos y muchachas que están en las ranchadas o cambuches a la espera de que alguien les ofrezca trabajo), como así también su capacidad de hacer historia en el proceso de generar bondades para su comunidad. Si delegamos nuestra facultad de crear y transformar a una supuesta inteligencia artificial, estaremos quitando nuestra capacidad crítica y nos convertiremos en una sociedad mecanicista y acrítica.

Si destinamos una unidad de energía a una tarea a ser realizada por un mecanismo, esta equivaldrá al trabajo que puede ser realizado por una persona y la subsistencia de su entorno familiar y comunitario.  Por lo tanto, dicha unidad de energía no será destinada para ser transformada por un ser humano, sino que a ser consumida por un mecanismo muerto. Ser parte de las formas de producción es ser parte de la historia, sea diseñando, golpeando con un martillo, calculando, administrando, etc… Una de las cualidades únicas de la humanidad, es su aptitud de hacer historia. Si transferimos este don a un mecanismo, estaremos destinando parte de las bondades de la madre tierra a mecanismos muertos y de muerte. No por nada el lobby tecnocrático se esmera por lograr la aceptación de los mecanismos robóticos y de inteligencia artificial, insistiendo en que son humanizables, autónomos, y que además pueden llegar a poseer derechos y que, a su vez, en un futuro deberían ser tratados como seres vivientes y libres.

¿Qué proyección podemos hacer sobre la distopía de dejar hacer historia a lo muerto?

Los mecanismos robóticos están fabricados con diferentes materiales.  Por ejemplo, en el caso de los robots móviles estos requieren de baterías, las cuales están fabricadas de materiales raros y generan problemas de contaminación. Como todo mecanismo, para realizar un trabajo, requiere de un gasto energético que se consume del medio ambiente y de la madre tierra, manteniéndose un trabajo muerto y no el de un ser humano que interactúa con el medio ambiente, transformándolo y en busca de lograr una vida plena para él, su entorno y comunidad.

Seamos responsables, obliguemos a nuestros gobernantes a trabajar por la vida, el cuidado del medio ambiente, y por la libertad del ser humano en su capacidad de hacer historia, historia de vida. Trabajemos para sobre guardar el Dios de la vida y no el Dios del Tecnomercado de Muerte.

 

[1] En Génesis 1, se repite varias veces la palabra: «asá» (עָשָׂה) —que significa hacer o obrar—.

Acerca de Gustavo Reimondo 140 Artículos
Coordinador de Tecnología Humanizada. Coordinador del proyecto Realidad Empoderada. Un proyecto de realidad virtual para la concientización en una praxis solidaria. Miembro del grupo: "La familia de la calle", organización conformada por personas indigentes y no indigentes en una relación igualitaria. Experto en Robótica, Instrumentación & Control, IoT, Sensórica y sistemas microcontrolados. Experto en el proyecto, especificaciones técnicas y acompañamiento en obras de Infraestructura física de telecomunicaciones para varios continentes. Expresidente de la primera compañía SCM International, Inc. de productos por catálogo de habla hispana de robótica educativa, diseño electrónico, adquisición de datos, sensórica, internet de las cosas etc… Diseñador y programador de herramientas de simulación y adquisición de datos con PC. Desarrollo de múltiples productos electrónicos de baja escala dedicados a la medición, electricidad y sistemas de control de efectos.

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