Cuando los pobres nos llaman a la conversión
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Un libro categorizado por el autor como un “Manual de desprocedimiento”, el cual compendia la teoría básica, praxis y contexto para el acompañamiento a grupos de personas indigentes. Se basa en la experiencia práctica y teológica comprendida entre la teología y la filosofía de la liberación.
El manual se desarrolla en lenguaje vulgar y con sencillez, sin impedir esto que se puedan desarrollar en profundidad los análisis y reflexiones socio culturales vinculados al planteo de una realidad inclusiva de las personas vulnerables, los sin poder.
El autor, ofrece las bases para la auto invitación al lector a actuar por medio del amor igualitario con las personas marginadas e indigentes. Su desarrollo ha vislumbrado una nueva perspectiva basada en la descentralización, la cultura propia, la autodeterminación, la libertad y el amor prójimo. En este proceso se descubre una entidad no institucionalizada que es “la familia de calle”.
Los relatos y análisis de este libro incluyen reflexiones y experiencias de base desde la perspectiva de “Familia de calle”. La mayoría de los terapeutas y diferentes profesionales analizan la realidad de los grupos de calle desde “la ranchada”, sin embargo la convivencia cotidiana demuestra que existe otra relación en la calle, que es la: “Familia de calle”.
Desarrolla una contextualización dinámica y en continuo cambio de la praxis solidaria basada en la reformulación continua de la realidad en un proceso de empatía y de relación amorosa con aquellas personas visitadas. La vida con determinadas necesidades básicas cubiertas, acceso a una educación predominante y la aceptación de los métodos y formas establecidas por la sociedad en especial a lo relacionado con la salud pública, son interpeladas ante la relación afectiva y familiar con quienes están marginados. Esto, ante un llamado al compromiso, conlleva a la reformulación de todas las preguntas básicas y certeras en un largo proceso de negociación entre la teoría y la práctica. Es decir lo que denominamos praxis.
El libro desarrolla la situación de sus historias en el inicio al acompañamiento a la familia de la calle en veinte partes o capítulos
“Tiene que hacer esto”, “tiene que trabajar de esto”, “no tiene que pedir más que esto”, son algunos de los mandatos que los pudientes hacen sobre las personas que se encuentran indefensas y en la mayoría de los casos con una gran crisis emocional y de subsistencia. ¿Por qué surgen estos mandatos? Porque vivimos en un mundo que tiende a la estructuración y a las promesas mágicas que no se centran en una práctica solidaria, la cual se construye desde un contexto teórico básico y se desarrolla en forma de movimiento en la práctica, en una continua redefinición. Por ello, estos escritos tienen como premisa generar una base por donde iniciar la acción solidaria, a través de una serie de reflexiones que forjen un contexto: una pequeña biblioteca de experiencias, narraciones históricas analizadas desde una perspectiva empoderadora basada en el amor.
Podés leer las siguientes notas sobre el libro:
Manual de Desprocedimiento y Trabajo Social, desde una mirada personal.
Cuando los pobres nos llaman a la conversión. Comentarios sobre el libro.
Cantidad de Páginas: 167
Versión: Versión con letra grande optimizada para celulares, tablets y PCs.
Modo de uso: “Siempre la última versión”.
Claudio Fabián Tavernise –
He leido el libro.En él se describe y analiza la problemática de las personas que se encuentran en situación de calle. Ofrece una propuesta superadora no tradicional acerca de cómo ayudarlas, dejando atrás metodologías simplistas de índole caritativo o patriarcal.De lo que se trata, es de brindarle al necesitado las herramientas indispensables para lograr su evolución y crecimiento no sólo en lo concerniente a la satisfacción de las necesidades básicas fisiológicas sino también en lo que respecta a integrar valores como ser el afecto, lo moral,la contención y la amistad. La raíz de esta problemática refleja la necesidad de entablar relaciones o vínculos de amor, de solidaridad y acompañamiento para con las personas en estado de necesidad. La herramienta de ayuda propuesta por el autor en el libro apunta a establecer una conexión de empatía, ponerse en el lugar del otro desde un plano horizontal y no jerárquico o colonizador. Interactuar con nuestro prójimo y no objetivando al sujeto necesitado. Sobre la base de estos principios se rescata la esencia del Evangelio de Jesuscrito y es lo que logra transmitir la lectura del libro.
Yolanda –
Me gusta hablar, cuando se pueda con los pobres, enfermos, los que acaban de perder un familiar, los tristes, aunque no lo parezca se les anima, se les da esperanza, sigo haciéndolo cuando puedo, pero me es difícil, ahora que lo digo, cuando a mí me ha pasado algo nadie me ha dado ánimos, ahora tampoco, seguiré haciendo lo de siempre, tras la pandemia, porque sé quienes me cuidan allá arriba y eso no se acaba hasta que yo suba. No he leído el libro, perdón, estaba contestando a un trozo de comentario que leí al pasar.
Isaac Amarilla (propietario verificado) –
En este libro, Gustavo nos invita a observar y repensar, desde sus propias cavilaciones y experiencias en el ejercicio real, la ayuda y cooperación en compañerismo hacia los menos favorecidos, en concreto, la Familia de la Calle. Un punto de vista desarrollado en teologías orientadas a la praxis, en el camino (y no desde el balcón), de realidad integrada, de acompañamiento y no de asistencialismo impersonal. Desde su particular praxis, Gustavo nos muestra un modelo exigente de acercamiento hacia el prójimo, que nos recuerda a la labor de Jesús, y a otros santos, antes y después de él. Una pastoral encarnada, un evangelio de sacrificios, un llamado difícil. Invito a leer el testimonio de Gustavo con apertura de mente y corazón. Seguro que será de beneficio para muchos.
Rosa Franco (propietario verificado) –
Un libro que acerca de fácil comprension, ejemplifica muy claramente las situaciones por las que uno puede pasar al trabajar por la gente en situación de calle, familia de la calle
Marina (propietario verificado) –
Leer el libro me abrió la mente y el panorama hacia un contexto completamente desconocido para mí en lo que refiere a las personas que viven en la calle. Más allá de comprender que son parte de una sociedad , son parte también de una comunidad que estamos acostumbrados a mirar de costado o incluso no mirar.
Alfredo A. Salomón –
A medida que iba leyendo note que el Libro nos hace reflexionar y razonar, el mismo nos enseña que uno de los factores mas importantes es el respeto al prójimo. A partir de ahí uno va construyendo inconscientemente un crecimiento enorme en nuestras Vidas.
El lenguaje vulgar y sencillo de la redacción junto a las bases, relatos, críticas y enseñanzas que nos deja este libro son de gran ayuda para lograr nuestro continuo crecimiento con el resto de Seres Humanos que conformamos este planeta.
Mabel Hernandez (propietario verificado) –
Excelente narrativa de Gustavo, nos hace realmente reflexionar sobre nuestro concepto de «amor», es una manera de concienciarnos sobre lo que hacemos o no por las personas en condición de calle, que al igual que nosotros tienen sueños, son valiosos como seres humanos. Es un acercamiento a sus experiencias donde además podemos encontrarnos a nosotros mismos en cada historia o situación aqui descrita, somos todos muy parecidos al final, somos hermanos.
Andrea Domínguez (propietario verificado) –
Buen libro, muy recomendado para aprender a brindar herramientas para la evolución.
Jessica (propietario verificado) –
Recientemente tuve la oportunidad de leer el libro que me ha dejado una profunda impresión y aprendizaje. Lo que mas me resonó fue su lenguaje sencillo y humano, que invita a reflexionar sobre la dignidad de quienes viven en la calle. Nos enseña la importancia de actuar con amor e igualdad hacia los demás, convirtiendo a las personas vulnerables en parte de una familia de calle. Este libro me ha inspirado a mirar más allá de los estigmas y a conectar de manera más empática con quienes nos rodean. sin duda, es una lectura que invita a la acción y a la reflexión de nuestras propias vidas.