
Para el primer número de TECNOLOGIA HUMANIZADA escribí un artículo que resumía la viveza de los supermercados para reducir puestos de trabajo transfiriendo la operatoria de cobranza a los clientes. En el mundo del: “toda nueva tecnología debe ser asimilada” y “adaptarse a las nuevas tecnologías es vital” como entes sin concepción crítica actuamos sumisos a favor de los intereses de quienes concentran las opciones y el capital. La nota que escribí en dicha oportunidad es una buena nota para ser leída y ha tenido mucha aceptación a la reflexión.
Los procesos de injusticia se van perfeccionados y haciendo imperceptibles para el hombre y la mujer que se ve integrado de un sistema de automoción, como engranaje de los intereses de las empresas. La concepción de progreso y evolución ya ha hecho su trabajo, dogmáticamente hay que aceptarlo, aunque sea injusto para muchos. Muchos tienen como opción de subsistencia o progreso el trabajar en puestos de cobranza. No nos importa, todo se hace no perceptible o consciente, las personas, nuestro trabajo como clientes y vamos contentos con el carrito “inteligente” por el supermercado. ¿Qué trabajo generamos para aquellas personas que tienen pocas opciones laborales en nuestra comunidad? ¿Cómo nos devuelve el empresario nuestro trabajo? ¿Cómo se responsabiliza el empresario por su responsabilidad en generar inequidad, falta de trabajo, etc… a la comunidad y en esencial a los afectados?, y nos llenamos el intelecto hablando de negocios sustentables…
Miremos un video:
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