Hace un tiempito atrás, en TECNOLOGIA HUMANIZADA publicamos una nota que analizaba las problemáticas sobre la precarización laboral y la concentración por medio de los sistemas de pedidos de envíos utilizando Apps para celular (Nº 3, año 2019). En el número anterior a esta edición publicamos la nota: “El comercio electrónico y logística en manos de robots para el beneficio de unos pocos”. Hoy, nuestra preocupación esta, y no en vano, sobre todo con aquellos países emergentes que deberían comenzar a limitar el uso de estas tecnologías, principalmente ante la falta de trabajo. Hay una enorme necesidad concreta de supervivencia y acceso a trabajos intermedios por parte de los sectores vulnerables, y posteriormente, como escalón oportuno a trabajos más dignos. Muchas personas encuentran y realizan trabajo, como llevar entregas, conduciendo transportes de envíos, etc., saliendo en algunos casos con sus propias bicicletas o motocicletas, o hasta caminando. En una sociedad, donde el trabajo tecnificado y de mayores ganancias se encuentran concentrados en empresas multinacionales o por pequeñas empresas altamente tecnificadas, donde los puestos de trabajo requieren de trabajadores con estudios de grado o especializados, es urgente y necesario acompañar en todo sentido a quienes no tienen oportunidades.
El continuo desequilibrio tecnológico y el afán de la sociedad por adquirir siempre las nuevas tendencias, creadas para los sectores que necesitan tener una pertenencia en los grupos de confort, producen un incremento en el desequilibrio entre la mano de trabajo productiva y la requerida por estos sectores. En dicha realidad, no hay opciones de alcanzar la justicia de una sociedad sana y equitativa. Es una balanza que cada vez se desequilibra más. Es indispensable poder generar situaciones que permitan a los sectores históricamente relegados y nuevos desplazados, poder tener opciones laborales. Se estila decir: “el problema es educativo”, pero esto es meramente una expresión ideológica, dado que la reconstrucción del tejido social requiere de reponer historias y situaciones de injusticia e inequidad. El pensamiento fundamentalista o ideológico tiende a tratar de justificar la situación haciendo un análisis instantáneo, facilista, o sin tener en cuenta los procesos y condiciones sociales y familiares preexistentes. Se pretende suponer que los procesos históricos, y al final, en el seno de las familias, no tuviesen deficiencias y problemas que devienen de un pasado desfavorable en todo sentido. En muchos de los casos dicha situación se remonta varias generaciones atrás dentro de una etnia o un grupo social. El reparto de comida y/o productos es una fuente de trabajo para muchas familias y personas solas, que utilizan sus medios de transporte, como bicicletas o motos.
Diferentes soluciones móviles de robótica se han implementado para la entrega de mercaderías o comidas a domicilio. Vehículos autónomos de tamaño reducido y del tamaño de un pequeño vehículo, con circulación en las zonas pedestres o en las de tránsito vehicular.
En Estados Unidos, el Departamento de vehículos automotores de California ya está pronto a permitir que los sistemas autotripulados de entregas a domicilio de productos. Lo cual implicará por ejemplo a la entrega de pizzas y otros comestibles.
En el año 2014 entró en vigencia la reglamentación para determinar los protocolos de testeo de los fabricantes de vehículos autónomos con el fin de regular su realización en calles y autopistas de California. En el 2015 la DMV dio a conocer el reglamento para el uso de vehículos de uso público. También este departamento ha implementado un registro de accidentes con vehículos autónomos. Pueden registrarse eventos de los fabricantes como ser Cruise, Waymo, Zoox, Aimotive, etc…
En diciembre del 2019, la empresa de vehículos automáticos Nuro, ha realizado pruebas para la entrega con estos vehículos de compras de productos o comestibles en las tiendas Walmart de Houston. Se realizó el testeo con vehículos sin tripulantes o conductores de seguridad. La idea de estas pruebas fue aprender sobre las mejoras posibles para la entrega de comestibles por este método.
Nuro es una compañía que comenzó en el año 2016 como una “startup” creada por dos exingenieros de Google. Pareciera ser que, en muchos casos, todo parte de un pequeño círculo. Recibió un billón de dólares de inversión de una empresa japonesa de tecnología Softbank. Obviamente una inversión de tal índole pretenderá sus cuantiosas ganancias como toda inversión mercantil. El problema a analizar sistémicamente es cuantos puestos de trabajo y pequeños trabajadores autónomos se quedarán sin sus trabajos, y como las ganancias de esta nueva tecnología se concentrará en unas muy pocas manos. ¿Qué tipo de justicia se hará al respecto?, para aquellos que sin opciones se verán perjudicados ante la falta de posibilidades. Debemos de pensar que pasará en sociedades emergentes si en las zonas de mayores ingresos se implementan este tipo de negocios donde, ante la necesidad de trabajo, este sea sustituido por sistemas autónomos. Acaso las mismas empresas que se beneficien con estas mismas tecnologías pretenderán que el estado (es decir los ciudadanos) se hagan cargo de las desventajas de posibilidades que presenta esta voraz solución. ¿Cuál es el beneficio para toda la sociedad, en especial, teniendo en cuenta a los que se encuentran en condiciones de desigualdad? Seguiremos mirando maravillados videos emocionantes sobre máquinas autónomas que remplazan nuestro propio trabajo, generando menos empleos de los que desplaza. Tomando trabajadores calificados, que obviamente corresponden a los sectores que han recibido mejores beneficios u oportunidades históricas, mientras los excluidos son amordazados sin voz ni registro.
¿Podemos decir que este tipo de robot es un vehículo para servir o para quitar el pan de los desfavorecidos?
Otros emprendimientos tecnológicos han optado por robots móviles de tamaño más reducido que hacen su recorrido por las veredas y cruces de calles, como un peatón. La empresa Starship technologies a construido un robot de seis ruedas que puede hacer entregas de comestibles o comida caliente a un cliente en su propia casa. El usuario deberá enviar sus comparas a una estación de clasificación de la compañía y programar la entrega en su hogar por medio de una aplicación. El paquete será trasladado por la acera y entre las personas dentro del cubículo del robot. El robot posee cámaras que permiten que el recorrido sea supervisado remotamente por un operador para garantizar la atención ante cualquier problema que pueda suceder. El servicio costará aproximadamente unos $UD10 al mes.
En el año 2016 esta empresa, con sede en Estonia, trabajó con el gobierno local para redactar una ley para la entrega con vehículos autónomos que se aprobó en el 2017. La ley define al robot como “un dispositivo impulsado por un motor eléctrico, para su uso principalmente en las aceras, capaz de: transportar artículos con o sin un operador que controle directamente el dispositivo; identificar y ceder el paso a los peatones, ciclistas, otros usuarios legales del espacio público y de la propiedad, y navegando por las vías públicas, e interpretando las señales y señales de tránsito en los cruces peatonales”.
Si considerábamos que las empresas de aplicaciones para entregas por humanos eran explotación laboral, definitivamente estas soluciones encierran la eliminación laboral. ¿Qué podremos argumentar cuando el estómago de más niños duela por hambre y otros se encuentren saciados?
Fuentes:
https://techcrunch.com/2019/12/10/walmart-partners-with-self-driving-startup-nuro-to-test-autonomous-grocery-delivery-in-houston/
https://screenrant.com/california-robot-pizza-deliveries-begin/?fbclid=IwAR1vKOz3ULelmM5U99h4ZLVsPWTUQ40vup9uxwHKYUoLWqMkGtIfx_HDzhw
https://www.theverge.com/2016/6/28/12051478/starship-autonomous-delivery-robot-washington-dc
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