
El Premio Novel José Saramago dijo una vez, “¿Qué clase de mundo es este que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano? De forma lamentable este interrogante sigue perdurando hasta el día de la fecha. Sin embargo, hoy en día y por “suerte” surgió un activismo fuerte que reclama y quiere ser escuchado en el mundo entero, como una forma de decir basta a la violencia machista que hoy en la Argentina se cobra la vida de una mujer cada 31 horas.
Particularmente por experiencia creo que la violencia o la agresión (más o menos) en algún momento de la vida de una mujer estuvo presente. Personalmente si bien no presencio ningún movimiento social convocado, como artista me comprometo y me inspiro a partir del dolor, de esos centenares de vidas truncadas por un golpe preciso y definitivo, un disparo mortal, un fósforo encendido sobre un cuerpo rociado con nafta, y de todo el sufrimiento que arrastra consigo de otros centenares de familiares, como hij@s, padres, madres, abuel@s, ti@s, herma@s, amig@s a los que, ante lo irreparable de la pérdida no les quedará, en muchos casos, ni siquiera el mínimo consuelo de una justicia “justa” ni el de la aplicación de una ley más o menos vigente.
La obra Aló fue titulada e inspirada por una de las tantas víctimas de femicidio y violencia de género. Ella se llamaba Carolina Aló. En ese entonces la joven de 17 años era novia de Fabián Tablado, con quien compartía clases en el turno nocturno de la Escuela N°1 Marcos Sastre; fue asesinada el 27 de Mayo de 1996 en la casa de los padres de su pareja. El homicida utilizó tres cuchillos y un formón de carpintería.
En cuanto a lo técnico en torno a mis obras las realizo en acrílico y un collage sobre MDF,algunas veces entelado y otras no y en otros casos técnicas mixtas. En ellas me dediqué a exponer notas periodísticas de casos de violencia de género, femicidios, y relacionadas a derechos de la mujer. Las notas periodísticas son expuestas de forma que éstas puedan ser leídas clara y completamente por el espectador de la obra. Cabe aclarar que la elección de la imagen al ser el de la Virgen nunca fue con un sentido blasfemo, sino así con el objetivo de modificar su estado. En toda representación de la imagen sagrada suele ser de tranquilidad, quietud, calma y reposo; en la obra existe una ruptura, un momento de ira, desacuerdo, disconformidad y tensión.
La idea de mis pinturas recae sobre la lucha constante y las ideas de una Mujer Real y Salvaje, pero sin condiciones peyorativas. Una mujer única y conectada con su instinto. Condición que se encuentra totalmente distanciada del violento manejo constante del sistema Cultural patriarcal y opresivo.
En todas mis obras hago enfoque en las expresiones, tanto faciales como corporales, de esa manera reflejo emociones concretas. Dichos personajes son citas, detalles y/o apropiaciones de obras de arte famosas y/o imágenes reconocibles mundialmente. Las mismas son readaptadas a la actualidad y, de esa manera logro generar conceptualmente un sentido presente. Estas readaptaciones no son elegidas al azar, sino que busco una carga sensitiva y emocional vinculada a la Mujer. Todas son figuras femeninas del “pasado” con cuestionamientos “presentes”.
Lo importante de mi obra es intentar hacer reflexionar al espectador a cerca de la posición actual de la Mujer en la sociedad. Los diferentes puntos de vista de ellas a fin de comprenderlas, captarlas y aprovechar lo que nos ofrecen: sus miedos internos, sus debilidades, sus fortalezas, la posición en que el mundo la ve, las pone y las representa, sus formas de ver y vivir en el mundo.
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