Realidad virtual al servicio del Empoderamiento Social Solidario

Un sistema que promete convertir la experiencia virtual en acción solidaria empoderadora

Comencemos por un poco de historia…

Hace diez años comencé a visitar personas que vivían en la calle, en mi barrio. A aquellos a quienes en otros países llaman “homeless”.

La idea estuvo basada en actuar, a través del acompañamiento, para el empoderamiento de los grupos de calle, desde una perspectiva horizontal, de base y, sobre todo, desde una concepción de respeto hacia las costumbres, la cultura de calle y las instituciones naturales. El proceso tuvo varias etapas. Pero la principal, la que hizo la diferencia, fue la de ser incluido por “la familia de la calle”. Se crearon lazos de afecto entre los diferentes grupos de calle de la zona. Esta relación se fue entrelazando entre las familias, relacionándonos como una “familia ensamblada”. Este término generalmente se utiliza para familias que se estructuran con diferentes integrantes en función de la variación de las familias por las separaciones y nuevas relaciones de pareja de los padres. Aquí, utilizo el término desde una concepción de calle, donde se cumplen diferentes roles típicos de una relación parental, aunque dicha relación no exista. Esta vincula directamente las vivencias, intereses y necesidades entre el acompañante y la familia de calle. Este nuevo vínculo entre el dador y el excluido, deconstruye las concepciones y mandatos sociales que el acompañante posee, ligados a su anterior formación. El acercamiento se debe a que cambia, o más bien, se desgarra su grupo de intereses de conveniencia. Se da vuelta a la visión dominante de la sociedad. Al entrelazarse los vínculos afectivos, al vivirse la realidad desde el otro, la cotidianidad y sentimientos se unifican naturalmente.

El eje del acompañante, y el de su intervención, estaba definida en relación con sus amistades y relaciones familiares, que probablemente eran funcionales con cierta estabilidad en diferentes sentidos, como compromisos y beneficios. Independientemente de ello, para no caer en una relación dañina como la paternal, el donador debe diferenciar su persona y sus necesidades de ser gratificado, de la voluntad de la persona que desea empoderar. Este es un proceso complejo, basado principalmente no en un conocimiento teórico, sino en el fluir de una praxis, es decir entre un continuo ajuste entre lo teórico y lo práctico, como si ambos aspectos estuvieran en puja.

Bajo dicha situación, el compañero debe bregar por la solución de los problemas del otro. Algo así como ver cada obstáculo que se le presenta al prójimo como propio. Transformándose por medio de las vivencias del otro y las contradicciones estructurales que boicotean y se contraponen a los caminos de búsqueda de una solución a los problemas existentes propios de una vida marginal.

Podemos decir, más bien que se rompe el concepto del “buen actuar” por el de actuar por justicia. El contexto personal se licua, la realidad se revaloriza, y las acciones cotidianas, tradiciones sociales, costumbres y enseñanzas, son cuestionadas. Se permite una crítica personal y social. Se revalúa mucho de lo que antes era una certeza.

Durante mi historia con la familia de la calle, encontré que una de las mayores dificultades era que otras personas con capacidad de dar, se involucren de la misma manera. Muchas organizaciones y personas se vinculan replicando la relación de patronazgo y dualidad dominante en la sociedad en lo que respecta a las relaciones solidarias. Este tema es posible profundizarlo en el artículo que escribí para el blog del proyecto Realidad Empoderada: “Mirar el mundo con otros lentes. La solidaridad transformador” (19 de marzo del 2020, sección Teoría, Realidad Empoderada).

¿Cómo acercar el mundo pudiente y el de las necesidades insatisfechas?

Quizás sea bueno cuestionarnos ¿Por qué acercarlos? Como expliqué anteriormente, si no hay proximidad entre ambos mundos, no es posible que aquellos que tenemos mejores posibilidades podamos colaborar con los que no las tienen y viceversa. La búsqueda del bienestar y la salvación, o del camino liberador, se desarrolla en ambos sentidos. Esto es apreciable en la práctica. En la mayoría de los casos, los bloqueos o impotencias se ven expresados en ambos lados. Hay un bloqueo para actuar en una forma solidaria transformadora en igualdad y autogestión.

¿Puede ayudar la tecnología?

Sí y no al mismo tiempo. Por un lado, la solución tecnológica no puede quedar encerrada en sí misma y para ello es necesario que esté fusionada con la participación humana. Quizás para comprenderlo mejor, sea útil ahora hablar sobre el proyecto Realidad Empoderada. Este se plantea dos fases: 1) un sistema de empoderamiento del dador por medio de una praxis dinámica no determinada por el sistema y, 2) una fase donde la invitación a interactuar con este medio virtual es dada por amigos o personas involucradas.

¿Cuáles son las bases del proyecto Realidad Empoderada?

El proyecto Realidad Empoderada simula una ciudad incluyendo su población indigente. Se consideran diversos aspectos tales como las características de la arquitectura, la distribución en zonas geográficas y densidades de negocios, edificios, casas en cada una de ellas, como así también la cantidad de ranchadas (lugar donde se establecen los grupos de personas indigentes), la densidad y etnias de las personas que la integran, etc. El sistema simula una realidad posible a nivel grupal e individual de cada ente. Es conveniente aclarar que los indigentes de la ciudad virtual (3D) son entes virtuales, simulados por el sistema.

Cada ciudad virtual admite usuarios que podrán interactuar como “habitantes” de la misma, a través de un personaje. Los interesados e invitados a participar de Realidad Empoderada como usuarios serán agrupados teniendo en cuenta su ubicación geográfica o ciudad en que viven. La vinculación virtual tiene como objetivo relacionar a los participantes, para que en un futuro puedan realizar acciones conjuntas responsables y/o ser convocados por organizaciones de acción social.

La finalidad central es guiar y enseñar dialógicamente a empoderar.

El objetivo del proyecto es bajar la praxis solidaria de personas solidarias y con experiencias vivenciales en la temática, al sistema. Es decir, la experiencia práctica y teórica de las personas con destreza adquirida, definirán el comportamiento de los indigentes virtuales. Esto permitirá que cada usuario pueda experimentar y realizar sus propias acciones y adquirir una pericia por medio de una praxis virtual. Cada acción realizada con un indigente virtual (ente simulado por software) estará basada en una experiencia vivida en la práctica en el mundo físico solidario.

Mientras el usuario desarrolla su vida virtual en Realidad Empoderada, la misma se verá dialogada por la aplicación. El algoritmo interactuará con el usuario por medio de videos, estadísticas y reflexiones del mundo real y del mundo virtual, permitiéndole al participante reflexionar sobre su actuar.

Ya que simula el mundo real, el sistema contará con medios internos de comunicación, como periódicos y mensajería instantánea. Esto no inhibirá que los participantes se vinculen por medio de conocidos en común o redes sociales. Lo importante es que podrá replicarse la interacción y relación con grupos marginados, como una experiencia colectiva.

Realidad Empoderada permitirá al usuario comprender la posibilidad de una realidad donde el servicio y el acompañamiento solidario son posibles, transformando este mundo a través de las acciones futuras que realicen los empoderados por el sistema (tecnológico y humano).

Actualmente, se está desarrollando el núcleo de la aplicación. Se han creado los algoritmos que crean las ciudades automáticamente con la posibilidad de ser configuradas según las características de cada región. Las etnias de la población indigente pueden ser configuradas, tanto en sus aspectos físicos, estéticos y demás características. En este momento se está desarrollando un metalenguaje que podrá definir el comportamiento de cada indigente virtual tanto de sus necesidades fisiológicas, rutinas, comportamientos, etc.

La programación se realiza con criterios no colonizadores, es decir, que todos los parámetros, características y/o comportamientos pueden ser configurados o programados desde administraciones locales. Está pensado como un sistema descentralizado e interconectado.

En el próximo número de la revista desarrollaremos la concepción y criterios de lo que sería un algoritmo no colonizador, perspectiva que ha prevalecido en el desarrollo de Realidad Empoderada. Aplicándose a los criterios tecnológicos la misma praxis social. Dado que la tecnología no es ni puede ser neutra, siempre está asociado a una ideología o a una praxis.

Acerca de Gustavo Reimondo 136 Artículos
Coordinador de Tecnología Humanizada. Coordinador del proyecto Realidad Empoderada. Un proyecto de realidad virtual para la concientización en una praxis solidaria. Miembro del grupo: "La familia de la calle", organización conformada por personas indigentes y no indigentes en una relación igualitaria. Experto en Robótica, Instrumentación & Control, IoT, Sensórica y sistemas microcontrolados. Experto en el proyecto, especificaciones técnicas y acompañamiento en obras de Infraestructura física de telecomunicaciones para varios continentes. Expresidente de la primera compañía SCM International, Inc. de productos por catálogo de habla hispana de robótica educativa, diseño electrónico, adquisición de datos, sensórica, internet de las cosas etc… Diseñador y programador de herramientas de simulación y adquisición de datos con PC. Desarrollo de múltiples productos electrónicos de baja escala dedicados a la medición, electricidad y sistemas de control de efectos.

Sé el primero en comentar

Dejá un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*