
Mi nombre es Bladimir Álvarez y en mi entorno familiar, de amistades y artístico me conocen como Pasquier. Soy artista boliviano, nacido en mi añorada frontera, Villazón; me apasionan las artes plásticas en general; el dibujo y la pintura son mis fuertes, empleo todas las técnicas posibles, innovando y experimentando con nuevos materiales para generar una propuesta vanguardista y singular que contenga mi sello personal.
Intento crear y componer mis obras con gran honestidad desde mi mundo subjetivo que reprocha la carencia de valores que dañan la humanidad y la naturaleza.
Resulta interesante la interpretación, la reflexión y la crítica que provocan en el observador mis obras y sus sugestivos títulos.
En esta ocasión el dibujo en la portada la denominé IMPOSICIÓN IMPOSIBLE, un monolito tiahuanacota intentando transformarse sin éxito en un cristo. Aunque esta obra hace referencia a las consecuencias del coloniaje español en América, estoy preocupado porque si bien es muy bueno la búsqueda de una identidad para clasificarnos dentro de una estructura multiétnica y multicultural, no es bueno que nos empujen a remover el pasado, que nos enmarquen de izquierda o derecha y a través de ello generen un odio y un rencor que nos hacen olvidar que como humanos somos todos iguales y ese principio debe aplicarse en todas las políticas económicas y sociales.
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