
Siempre dibujé desde niño, paso algo en la época de la Escuela primaria cuando tenía 9 años, que me marco para el resto de mi vida. Yo venía de ir a la Escuela Rural y cuando con mi familia vamos a vivir a la ciudad de Trenque Lauquen comencé en 4.º grado, no lograba conexión con mis compañeros, no lograba comunicarme ni sentirme incluido dentro del grupo, hasta que un día tuvimos que realizar un dibujo en clase, cuando lo termine, mi compañero de banco le gustó y empezó a pasarlo al resto de mis compañeros y de a poco todos se fueron acercando y me hablaron, y de a poco se fue generando cada vez comunicación con mis compañeros hasta que fui uno más del grupo. Es decir, lo que no podía lograr con la palabra lo pude lograr con el dibujo y ahí me di cuenta del poder de comunicación que pueden tener las imágenes
Soy y me siento antes que nada Dibujante, porque ahí uno puede ir elaborando una estética que después la podés llevar al Mural, la elaboración de una estética es un proceso lento que lleva años, no se logra de un día para otro, se va generando de a poco con el hacer diario, de sumar y sumar trabajos todo el tiempo. Esa misma propuesta estética la podés llevar luego al mural y es una forma de trabajo, digamos, práctico de hacer, en cualquier momento del día, tengo hojas A4 y lápiz por toda la casa. Cuando tengo un ratito me pongo a dibujar y eso lo hago todos los días de mi vida y ese hacer diario, ese sumar dibujos todos los días, aunque no sean dibujos finales, sino simples bocetos, vas elaborando una forma de resolver en lo técnico y también una forma de decir o comunicar en lo discursivo.
El Muralismo me representa porque es un Arte Popular y tiene una gran conexión con la gente, ya que te da la opción de una construcción colectiva donde se pueden plantear temáticas de índole social.
Me inspiran varias cosas, aunque la verdad no creo mucho en la inspiración, creo más en la elaboración de las ideas, en eso de ir amasándolo de a poco hasta que en ese hacer todo el tiempo te vas encontrando con “Hallazgos”. Pero si puedo decir que tengo tres o cuatro ejes sobre lo que trabajo, uno es la Música popular Latinoamericana de ahí saco muchas ideas, porque creo que de todas las Artes es la que mejor representa o sintetiza al “Ser Latinoamericano” otro eje es el Muralismo Mexicano y también toda la tradición de la pintura Argentina y otro eje muy importante es todo el Arte Precolombino y también por supuesto la realidad que nos rodea cotidianamente. Todo ese conjunto de cosas es lo que me anima a la hora de pensar en un Mural, un dibujo, o un cuadro de Caballete.
No me salen fácil las cosas, le doy vueltas y vueltas, porque generalmente pasa que no logro comunicar lo que quiero, lo dejo como una idea, un boceto y cada tanto lo vuelvo a mirar y lo reviso, hasta que se me ocurre como resolverlo. Son pocas las veces que las cosas salen de primera vez.
Me gusta el concepto de la obra abierta, donde el que mira resignifica lo hecho, sin eso creo que para el espectador no hay experiencia Artística posible, donde el que ve, completa la obra y no son palabras vacías, y creo que ese es el gran aporte que puede hacer un Mural o una obra de Arte a una comunidad, ese momento donde un observador reinterpreta lo que ve, es ese instante, esa vivencia, es lo que le queda a la gente.
DIBUJO DE TAPA
El desempleo es un tema que cada vez es más grave en Latinoamérica, la falta de oportunidades laborales se agudiza cada vez más, en sociedades cada vez más injustas y desiguales y las grandes mayorías padecen siempre las injusticias de unos pocos, que solo piensan en mantener sus privilegios. En la imagen vemos a un trabajador desempleado rogando a San Cayetano (Santo de la Providencia y Patrono del Pan y el Trabajo)
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