Título: Refugio de Amor
Autora: Lorena Recondo
Técnica: Mixta sobre muro
Ubicación: Escuela primaria, barrio Fiske Menuco, Río Negro (no se si era posible nombrar al colegio)
Año de realización: 2024
Introducción:
“Si los hechos son las semillas que producen conocimiento y sabiduría, entonces la emociones e impresiones de nuestros sentidos son suelo fértil en el cual esas semillas deben crecer” Rachel Carson (1998).
Mi obra es profundamente autorreferencial. En un mundo cada vez más globalizado, mi búsqueda creativa se sostiene en el deseo de no perder la singularidad, de ser cada vez más auténtica conmigo misma. Desde ese lugar, emerge una conciencia cada vez más clara de la conexión emocional con la naturaleza y con los otros seres vivos no humanos.
Me atraviesan preguntas que se vuelven motor:
¿Por qué destruimos nuestro hogar?
¿Por qué no podemos ser recíprocos con la Pachamama?
¿Por qué no logramos ser uno con la naturaleza?
Cada vez que me invitan a habitar un muro, intento llevar la naturaleza —la flora, la fauna— a los espacios urbanos. Busco que la obra interpele, que movilice desde lo profundo. Trabajo con técnicas mixtas, con la línea, el color, la expresión de la pincelada, el uso de materiales al agua, en una imagen propia, alejada del hiperrealismo. Mi deseo es que la biofilia se apodere de las paredes.
Me interesa especialmente la mirada de los seres vivos representados. Que miren al espectador, que lo reconozcan, que lo convoquen a una relación más sensible y consciente con el entorno que habitamos.
Sobre el mural
Este mural tiene un valor afectivo especial. Fue realizado en la escuela primaria a la que asistí en mi infancia, en el marco de un encuentro artístico junto a les estudiantes. El objetivo era compartir el arte con la comunidad escolar y embellecer el espacio que habitan cotidianamente.
La escuela está ubicada frente a una toma, en un barrio de Fiske Menuco. Les niñes suelen llegar acompañades por sus mascotas, y también es un lugar donde se abandonan muchos animales. En contextos donde las infancias están atravesadas por situaciones difíciles, el vínculo con ese ser de cuatro patas se convierte en un refugio seguro de amor. Eso es lo que intenté expresar en la pared: la ternura, la compañía, la resiliencia.
La calle como lienzo colectivo: Me enamoré del muro porque permite que la magia suceda. Una llega con una idea, con un boceto, pero ese boceto se transforma con la mirada de la gente. La interacción con el público convierte lo social, lo político, lo cultural y lo filosófico en una alquimia colectiva. Y entonces surge la imagen: esa que ya no es tuya, sino de la comunidad.
Perfecto, Lorena. Este relato enriquece profundamente el catálogo, aportando una dimensión intercultural y espiritual que complementa tu obra mural en Fiske Menuco. A continuación, te presento cómo podría integrarse este nuevo texto en el catálogo, manteniendo la coherencia estilística y curatorial:
Encuentro Internacional de Pachamuralistas
Comunidad de Magdalena de Cao – Perú
Recientemente participé en una experiencia profundamente movilizadora: el Encuentro Internacional de Pachamuralistas, un espacio de intercambio cultural y espiritual que nos convocó desde diversos territorios para honrar la memoria ancestral a través del arte mural.
Como parte de esta vivencia, estudié los íconos y símbolos presentes en sitios arqueológicos de gran relevancia, reconociendo en ellos las huellas de cosmovisiones que aún laten en nuestras prácticas cotidianas. Estos símbolos, cargados de historia y espiritualidad, fueron plasmados en las fachadas de las casas por las propias familias —junto a la mamá, el papá, los abuelos y los hijos— como un acto de afirmación identitaria y comunal.
La familia con la que me tocó interactuar decidió representar al Calato, el perro viringo o perro sin pelo, declarado Patrimonio Cultural del Perú en 2001. Este ser ha sido considerado, desde tiempos de los Mochica hasta el presente, como un perro sanador, guardián de los cuerpos y las almas. Su presencia en el mural refleja la conexión ancestral que nos une con otros seres vivos, reconociendo que la sanación y el vínculo espiritual trascienden especies y fronteras.
El encuentro se realizó en la Comunidad de Magdalena de Cao, un territorio que resguarda saberes milenarios y que nos recibió como artistas para seguir tejiendo redes de memoria, arte y sanación.
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