La realidad es que, hoy en día, ya los dueños y diseñadores de determinadas tecnologías lo están haciendo por medio de la utilización de máquinas. Existen dos fenómenos, el de la construcción de mercado e ideología dominante y la valuación del problema desde los sectores en desventaja desde una concepción no dualista. No por nada en las revueltas que se produjeron al inicio de la aplicación de la automación, por parte de empresarios colonialistas, para la maximización de las ganancias y el aprovechamiento de las ventajas sobre otras economías regionales. El plan fué dominarlas y perfeccionar el proceso de colonización. Dicho proceso produjeron diferentes revueltas que terminaron en el estado de sitio y la horca.
La ideología dominante separa la mente del cuerpo. La idealiza, no solo valorizando más los producidos intelectuales que los materiales, sino que también genera línea de pensamiento basado en la infinitud y un valor peyorativo de las necesidades básicas. Para poder pensar y desarrollar la mente hace falta alimentarse, acceder a la salud, poder llevar una vida donde las negaciones de posibilidades no dan tregua a un tiempo de reflexión con panza vacía. Quien tiene acceso a las necesidades básicas, y además especialmente para aquellos que se benefician con las técnicas de mercadeo y exclusión; y a su vez se contienen a sí mismos por medio de una ideología dualista y sectaria. Separando el intelecto de las necesidades físicas, siendo que ambas son un conjunto indivisible. No hay posibilidad de vida humana sin alma y cuerpo. Es algo de lo cual no podemos tener dudas ¿Por qué será que a la hora de hablar obviamos esta realidad?, más todavía cuando no incluimos a los otros en situación de desventaja ¿Acaso no sabemos que la nutrición es fundamental para un desarrollo saludable e integro?
Cuando idealizamos el concepto de mente y lo elevamos, y la separamos de la cotidianidad de las necesidades, la encumbramos. Nos estamos imponiendo a nosotros mismos un sesgo a nuestra humanidad. La idolatramos.
¿Cuál es nuestra prioridad?, la vida. ¿Existe la vida humana sin la unidad mente cuerpo?
En el mundo en el que vivimos, culturalmente jerárquicos, exclusivistas, con sectores que niegan o colonizan a otros mundos, es razonable cercenar la realidad percibida, invisibilizar al diferente, en especial al que no posee las mismas opciones. El que no es considerado un par. Apagamos toda chispa de vida que nos permita considerar vida integra y plena aquella que está fuera de nuestro grupo de poder e interés. O más bien no sentirse responsable de las vidas de los otros y sus posibilidades.
La cultura dominante nos enseña a valorizar más la intelectualidad que el trabajo manual, en sus diferentes niveles o combinaciones. Hay quien para vivir requiere de realizar determinadas tareas, que son suplantables por tecnologías creadas para ese mismo fin. El empresario busca la reducción de los costos productivos. Humano = costo. La problemática social, la cuales no es simple de analizar, y requiere de un estudio basado en una praxis. Esta nos enseña que los cambios sociales no pueden ser idealizados y requieren de procesos complejos.
¿Cuándo comprendemos que un artesano que hace souvenirs, puede ser desplazado de sus opciones de subsistencia por un empresario que por medio de inteligencia artificial y robótica replique dicho souvenir y en serie?, es que no deseamos ver la realidad, donde la mente sufre con el hambre.
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