Te recomendamos leer la primera parte de esta nota
La relación control y directivos
Lo que domina en la ingeniería de las telecomunicaciones y control es la implementación práctica de sistemas Maestro – Esclavo. Si bien estos sistemas son eficientes en las capas bajas de implementación, a medida que subimos en la interacción con el ser humano, definen una implementación dentro de una filosofía fundamentalista, basada en la urgencia, la rigidez, la jerarquía y la unilateralidad. A medida que avanzamos en la nota veremos por qué sucede esto, y a que intereses y estructura social corresponde.
La comunicación de mandos maestro esclavo
Analicemos el sistema de control Maestro Esclavo y sus criterios. Este sistema se basa, como su nombre indica, en una concepción unidireccional y unilateral. Ideológicamente, hay una separación del que manda y los que reciben las órdenes. Ambos entornos están separados y la realimentación solo tiene como fin mejorar la precisión de las órdenes del maestro, relacionando la orden impartida por el maestro con respecto al resultado obtenido en el esclavo. Si bien el intercambio de paquetes de datos e información es bidireccional, estos siempre están reglados por el maestro. El maestro es quien regula, autoriza, jerarquiza y suministra los recursos. Este tipo de sistemas son históricamente típicos de las estructuras jerarquizadas, no importa si se trata de un contexto tecnológico o social. En el caso de las estructuras tecnológicas, estas replican el sistema dominante, tanto sea en niveles de capas inferiores de implementación, por ser más eficientes y no requerir intervención directa humana, como en el condicionamiento de la interacción humana bajo un marco de características meramente ideológicas. Principalmente, se regla una funcionalidad donde el usuario, o en los sectores productivos los empleados u obreros, se doblegan ante las decisiones del maestro. Por supuesto, estos conflictos pueden ser tratados o resueltos mediante el diálogo bilateral entre ambas partes por fuera del sistema. Dado que por el momento para la tecnología, el maestro y el esclavo están separados y distanciados, para que sea posible su interacción por medio del mismo sistema. Esto no implica que con este análisis se bregue por una solución anárquica descontrolada, sino que en el marco dominante no existe opción para ello debido a su diseño.
Telepresencia
La telepresencia es una técnica por la cual se pretende que por medio de mecanismos robóticos el operador reciba información sensorial y el mecanismo refleje las acciones del operador. Generalmente, se trata de sistemas de relación directa Operador-Actuador.
¿Existe la telepresencia en las plantas y automatismos comerciales e industriales?
El empresario o su grupo tiene un fin principal, en concordancia con el marco dominante donde se prioriza la maximización de las ganancias. Por supuesto hay otros sistemas productivos y de servicios, como las cooperativas, las empresas y organizaciones sin fines de lucro, los emprendimientos sociales que buscando un bien común podrían generar un espacio de creación de nuevas formas de diseñar y crear tecnologías ¿Por qué utilizo en esta frase el potencial: podría? Porque una estructura dada, por flexible que fuera, no garantiza la justicia o democracia de sus acciones o la de sus miembros. La corrupción o subyugación puede montarse sobre cualquier estructura por asamblearia o distribuida que fuera. Un ejemplo de ello es la especulación en el Bitcoin y su control por medio del capital de unos pocos. El problema está dado y es irreversible cuando los marcos de diseño como tales son inamovibles, no dan espacio a la democratización, al diálogo conflictivo, a la reestructuración dinámica o están cerrados por medio de una estructura donde el maestro es el único que regla bajo las órdenes del jerarca. Surge de aquí una pregunta muy sencilla, que puede parecer compleja; sin embargo, la única complejidad está dada en negarnos a hacérnosla ¿Cuál es el costo de la eficiencia en las ganancias, la eficiencia de las tareas en tiempo y la anulación del conflicto humano?
El grupo empresario da una orden o define un fin. Luego se parametrizan todos los sistemas para cumplir estrictamente el fin definido por este. Aunque se trata de una red compleja de actuadores y robots, no deja de ser una relación Maestro – Esclavo donde el usuario, obrero o empleado no posee la potestad de transformar el sistema o su trabajo está deshumanizado/robotizado, es decir, no posee libertad de acción fuera del fin del empresario. El sistema no está diseñado para que los empleados interactúen en y desde este, y ejercer una realimentación a través del mismo, modificándolo. Para la concepción mercantil establecida, un cambio como el planteado sería inviable, y los diseños no lo permiten, ni su desarrollo está pensado en dicho sentido. Quizás hoy día, creamos que esta no es una funcionalidad práctica, pero en otro contexto y otra realidad tendrían su sentido y serían implementables. Para que ello suceda es necesario transformar la realidad, generar espacios y contextos de desarrollo desde las minorías, desde los subyugados, tanto a nivel organizacional como así también social.
En síntesis, la planta industrial, el negocio automatizado o semi-automatizado, funciona como un sistema de telepresencia y supervisión para el empresario o su grupo de conveniencias. El diseño es rígido y es fiel a las necesidades del Dios Mercado. Los fines del empresario actúan directamente sobre la producción y la materia.
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