Empezaré este artículo tomando conciencia del mismo título. En la historia de la humanidad han existido dentro del dominio patriarcal la acción de grupos o pueblos que se han revelado al mismo y al poder dominante expresando de entre ellxs también un lugar equitativo para la mujer. Como veremos más adelante en mi relato, las herejías medievales promovieron y tuvieron como actores a la mujeres. No como un grupo separado o segregado sino como un mismo cuerpo de transformación. En el título del artículo debemos tomar a la expresión “al hombre” como reprentativo de la humanidad en ese tiempo y en esas geografías.
Muchas veces la historia dominante a puesto un velo sobre esta historia, sin embargo el pueblo valdense se desarrolla hoy día en Italia y en el Río de la plata (Uruguay y Argentina) luego de 700 años de persecuciones. En Latinoamérica las comunidades se han integrado ampliamente y su religiosidad, que podríamos decir hoy día muy apegadas al progresismo han seguido en la línea de vivir la fe en la transformación política y social de toda la sociedad. Es decir no una salvación personal, sino comunitaria.
Las herejías medievales del siglo XII o ¿un movimiento ecuménico regional en busca de una nueva realidad?
Esta pregunta, para aquellos que venimos de tradiciones familiares vinculadas con las mismas, nos saca de nuestro centrismo cultural y de tradiciones. Generalmente se hace una lectura desde cada movimiento religioso, sin embargo se encuentra en la historia que todos ellos son parte de un mismo reclamo hacia el poder dominante regional/imperial y que refleja el malestar de los sectores oprimidos. Si bien cada uno de los movimientos tienen su identidad y teología, algunos se fusionan y otros que aunque permanecen distantes son víctimas de una misma realidad opresora. Todos ellos poseen una esperanza en común, en el establecimiento de una nueva sociedad.
La reforma del siglo XII.
La historia valdense, el movimiento, la reforma, palabras que siempre están en nuestra memoria. Estas se han construido de determinada manera y quizás hace falta un nuevo re-análisis desde una visión más centrada en el contexto político, social, cultural y religioso de la región que fue su tierra fértil. En la relectura de la historia tenemos que usar los conceptos de la hermenéutica, la cual nos lleva a analizar toda la información del contexto donde se desarrollan los eventos, las diferentes fuentes escritas y su procedencia e idiosincrasia, y nuestro propio contexto como interpretadores de esa historia.
En el siglo XII en el territorio comprendido por el sur de Francia, Cataluña y Norte de Italia se conformaba una unidad lingüística y cultural. Fue fermento de la disconformidad del poder centralizado, corrupto y opresor de la Iglesia Romana de ese tiempo. Fueron apareciendo muchos grupos disidentes o que intentaban reformar la Iglesia. Entre ellos podemos mencionar al catarismo y el movimiento valdense. En el aspecto cultural y político se estaban produciendo algunos cambios producto del deseo popular, de las minorías y de la debilidad de los Condes occitanos.
Para los sectores de la nobleza se comenzó a practicar el amor cortés, muy diferente al de Francia del norte. Los condados de esta región estaban gobernados por una serie de reyes, que conformaban en sus territorios una especie de coalición por medio de los casamientos de compromiso. En esta realidad de la nobleza, la mujer era entregada en matrimonio para evitar conflictos entre los diferentes condados. Ellas sacrificaban su libertad por su pueblo, sus ciudades y sus castillos. En ese contexto nació el amor cortez o fin amor, que realzaba a la mujer y ponía a lxs trovadorxs al servicio de ella, algo así como en humillación. La mujer podía tener hasta un amante, un amante que le cantara y le profesara amor platónico. La mujer se la consideraba más bella cuanto más caritativa era y mayor compasión tenía con los pobres. Por supuesto todo ello, puede parecernos muy poco justo en nuestro tiempo, pero en esa realidad se trataba de un cambio totalmente transgresor del poder. Es sabido que en estas familias, existían nobles adeptxs al catarismo y simpatizantes valdenses.
Siguiendo con el análisis sociopolítico y continuando con que se trataba de una nobleza un poco venido a menos, y con la afinidad hacia la práctica de la humildad y la del “buen rey”. Los reyes occitanos del siglo XII comenzaron a co-gobernar con una especie de consistorio de personas notables de la ciudad. Entre todos los condados, pese a que podían existir conflictos armados entre ellos, formaban una especie de federación por relaciones sanguíneas, ancestros comunes e identidad cultural.
Se trataba de un cambio político, social y espiritual. Que posteriormente fue reprimido con el uso de las armas, la inquisición y el poder político de Paris y el Papado.
¿Cómo se esparcían los ideales en esta tierra? Los que tomaron el rol de esparcir las ideas al pueblo y entre la nobleza fueron lxs trovadorxs y juglares. ¿Qué hacían lxs trovadorxs?, pues recitar versos por medio de un estilo que se lo llamaba el “el gay saber” o “la ciencia galla”. El/la trovador/a, aparte de recitarle a la amada, su recitares se entrelazaban con cantarle a la herejía (tomémoslo como la espiritualidad que se estaba expresando basada en el amor, la no violencia y la valorización de la mujer), a la humildad, a la sencillez y a la caridad. El trovador/a, como la palabra lo indica, desarrollaba sus expresiones por medio del juego de las palabras. El mensaje iba enredado en el relato, en la trova, siendo descifrado por aquellos a los cuales estaba dirigido, no por sabiduría docta sino por el sentir de lxs receptorxs. Lxs trovadorxs eran de clase social noble mientras que el juglar era itinerante y de clase social baja, de pocos recursos, y con la necesidad de estudiar “las letras de memoria”. El cambio estaba dado por las clases altas con conciencia social y por las clases bajas. Mientras que los poetas escribían en latín, lxs trovadorxs y juglares redactaban sus letras en lengua romance, el lenguaje del pueblo. Se democratizó la cultura.
La historia personal del personaje llamado dos siglos después Pedro Valdo o Pedro de los Valles, se desenvuelve en dicho contexto. Su procedencia no es la del hombre de la nobleza sino del que convive con ella. También a su vez a veces sus intereses lo confrontan o lo hacen socio del poder religioso y político de la época. Sin duda Valdo si bien gozaba del usufructo de dialogar y negociar con los poderosos, también los sufriría dentro de su vida cotidiana y la de sus ambiciones comerciales. Un trovador o un juglar, es aquel que le despierta su conciencia, con un mensaje lleno de amor a Dios y la vida en la humildad por amor a lxs demás. Es el fervor, y el mismo cambio que viene no desde una cúpula, una jerarquía, o desde arriba es el que lo despierta e impulsa en un espíritu de liberación del mundo en que vivía y le oprimía. Sin darse cuenta, con sus acciones, Valdo comenzó a formar una comunidad con lxs pobres y con quienes se liberaban despojándose de sus riquezas y de su poder, para dejarse llevar por la liberación que Dios manifestaba por medio de su espíritu en ese mundo. En el contacto con el/la indigente, el que no posee nada, Valdo debió haber comenzado a vivir lo que me gusta denominar “la no economía del pobre” . ¿Qué es esto?, podríamos describirlo de la siguiente manera: hay tres personas marginadas A, B y C, y pasa una cuarta persona que le da algo necesario para su subsistencia a A, Y ve como A se la da a B. Luego más tarde pasa esta misma persona y le da algo a C, porque ya le dió a A y A se lo dio a B. Ahora al darle a C, C también se la da a B. ¡Que indignadx se sentiría esta persona caritativa!. Podría pensar que diría: – No valoran lo que les doy-. Pero en la convivencia con el/la marginadx se descubre que B es la persona que lo necesita, porque está más débil, o tiene un problema, tiene la necesidad, A y C simplemente se sienten satisfechas o con sus necesidades cubiertas. Eso nos desubica, en nuestro valor económico de los bienes y el dinero. A y C lo reciben por gratuidad y se lo dan por la misma gratuidad al que necesita, negando la acumulación y compartiendo con el hermano. Sabiendo que siempre habrá un resguardo ante la necesidad, donde Dios provee con equidad, como el maná en el desierto. ¡Qué liberado se habrá sentido Valdo, ante su vida pasada, rodeada de otras realidades antagónicas a las que he descripto!. ¡Cuántos deseos de transmitir una fe liberadora a través del llamado a otra realidad posible!.
El movimiento de lxs pobres, es mucho más radical que el de la nobleza, ya que al renunciar a los bienes también se renuncia a cualquier título y jerarquía. La nueva realidad se manifiesta y fluye en forma distribuida. Lxs valdenses, convertidxs en juglares, comienzan a predicar la palabra, como unos románticos en el lenguaje del pueblo. Valdo reunió a mujeres simples del campo, de la calle y de lugares de mala fama, y les transmitió el significado de una misión cristiana, sobre todo con respecto a las clases más miserables de la sociedad.
Valdo como comerciante debería aplicar las costumbres de construir, fortalecer y expandir las redes sociales de su época, es decir las redes de contactos y provisiones o de reventa. Como así también conocer lo nocivo de la concentración de poder o la accesibilidad a sus clientes con los vendedores ambulantes.
El valdismo se desarrolla como una red, una malla, como lo hacían los juglares, como simples creyentes o civiles, a diferencia de la herejía cátara que estaba construida sobre una jerarquía que no dejaba de abandonar la nobleza, aunque no se perdía el concepto del buen rey. Sin embargo, como podemos ver remarco que el valdismo es mucho más radical, el cambio se propone desde el/la ciudadanx que cultiva una fe liberadora y con una relación horizontal. El nombre de valdense será dado por sus persecutores, de los valles, no revistiendo el movimiento el nombre de su impulsor y referente.
Tanto en la Iglesia Cátara y en el movimiento Valdense, las mujeres predicaban. Esto rompía directamente con toda la jerarquía opresora de la época.
La prédica del/la laicx desmorona el poder verticalista de la iglesia y la interpretación de la palabra disponible en el lenguaje del pueblo y por el pueblo, convertía a cada ciudadanx en disidente. Esto conlleva a entender que el movimiento democratiza la sociedad y da el poder a cada ciudadanx a ser artífice del cambio y de convertirse en un propulsor/a en su entorno social. Esto fortaleció, la malla formada por los múltiples juglares empoderadxs por su fe en un Dios de justicia, que prometía realizar un salto a otra nueva realidad.
Lxs valdenses, convertidxs en juglares, memorizaban los evangelios para compartirlos y distribuirlos al pueblo. Este concepto, analizado bajo las condiciones tecnológicas del momento, donde todavía no existía la imprenta, convierte a cada uno en una biblia itinerante a disposición de todxs. Esto si lo pensáramos como una política social equivaldría a la distribución de material educativo a todas las personas. Quizás hoy día no tomamos conciencia de lo que significó en su época, en lo democratizador que era y la militancia que ello generaba.
Valdo y sus amigxs convencidxs de la autoridad basada en las escrituras, no podían concebir la teología oficial y verticalista, considerándose llamadxs a la predicación no dudaban de su derecho a no ser calladxs. Esta impronta no cabe duda que dió una huella a la comunidad valdense donde cada unx tiene voz en la misma.
A mediados del siglo XII aparece el documento falso por el cual Constantino daba al papa y sus sucesores el gobierno de occidente. Valdo y la comunidad niegan la veracidad del documento y desaprueban que el papa tuviera el poder de gobernar, a diferencia de los Pobres Lombardos que no lo consideran falso y dan por opresores a los papas herederos del poder del emperador Julio Cesar. En el valdismo propiamente dicho se rechaza toda asociación entre estado e iglesia, no admitiendo “la validez” del poder de los gobernantes, sino en el pueblo.
La realización de la eucaristía como una comida en común y la eliminación de toda importancia de los lugares de culto, altares y elementos específicos lleva a lxs valdenses a realizar la santa cena fuera de todo lugar dedicado y a producirse libremente en el ceno del pueblo. La descentralización democratiza, libera la santa cena a ser realizada por cualquier grupo y en cualquier lugar, rompiéndose con la estructura centralizada o de exclusividad.
La persecución, el fin para unos y la subsistencia para otros.
Como sabemos la situación terminó en tierra arrasada, cuerpos mutilados y quemados, bajo la opresión del estado dominante en ese tiempo, el poder papal y los reyes franceses. Solo voy a contar la simple historia, que nos da una noción ecuménica del esperanza de aquella tierra. Roger Trencavel el Conde de Carcasona, un personaje reconocido en la defensa de su tierra, dijo: – Que todos los herejes perseguidos vayan a su castillo que serán protegidos – . Así católicxs, cátarxs y valdenses morían juntxs en los castillos y ciudades ante una misma esperanza de un reinado justo. Una nueva sociedad de justicia y equidad. Lo que hay que vivificar de ello, no es la muerte en común, sino la lucha conjunta con teologías e ideologías diferentes. Esto es notable ante la diferencia con los fundamentalismos de la época y los contemporáneos.
Las mujeres que terminaron con el lider cruzado.
Realicemos un paralelismo entre la federación hebrea, correspondiente a los relatos de Josué y de Jueces de la biblia con lo que sucedía entre los nobles de la Occitanea. Es decir antes del centralismo monárquico de la historia bíblica del antiguo testamento.
A lo largo de los siglos siempre hubo reyes y condes que dentro de una unión regional, cultural y sanguínea occitana permanecían en una especie de alianza. Según Joaquín Javaloys muchos de ellos judíos conversos. Si bien obviamente dependían del poder central de parís, existía cierta independencia que se intensifica en la pre-reforma valdense-cátara del siglo XII. Hay que comprender que las teologías eran diferentes, una que se trataba de un dualismo y la otra de una fe basada en la unión entre espíritu y cuerpo como una sola cosa.
El conocimiento bíblico libertario de la biblia adoptado por estos grupos nos da a entender una comprensión acabada de los textos y su praxis liberadora obviamente desde los aspectos políticos, sociales y espirituales. La coalición de nobles se mantiene con la presencia de algunos caudillos o personajes claves a lo largo de la historia hasta su persecución y derrota. Ya desde la prehistoria del siglo X es conocida la historia de un ancestro de los reyes que reusó a ser rey de Jerusalem, por negarse a hacer en la tierra donde Jesús había reinado lo que Jesús reprobaría. La estructura de los condados de la Occitania era claramente federativa. Descentralizada, esto sin implicar que no hubiese tensiones permanentes entre los diferentes sectores.
LA PARÁBOLA DE JOTAM, Jueces 9:7-21.
Es interesante analizar esta parábola. Le podríamos llamar la parábola anarquista. Sin embargo no la creo tan así. Es conveniente traer las hipótesis de la historia palestina, en el tiempo en que supuestamente los relatos bíblicos se refieren a la conformación de la federación de tribus hebreas disidentes al “modelo de producción asiático”. Siendo este último fuertemente centralista, explotador, basado en la esclavitud y los impuestos. La federación tiene como gobernante a Dios, en un concepto de justicia, equidad, y de distribiución en función de la necesidad de los pobladores. El déspota es remplazado por un Dios de la liberación y la equidad. Se trató de un nuevo paradigma. Sin embargo en dicho período hubo intentos de conformar un reinado. Lo cual fue fallido porque el espíritu del pueblo era otro, y para comprenderlo analizaremos la siguiente parábola:
“ 8 Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros.
9 Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?
10 Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros.
11 Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles?
12 Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros.
13 Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?
14 Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros.
15 Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.”
¿Cómo podemos interpretar este pasaje?, simplemente pensando: ¿cuál es el más inútil de los árboles?, así el que no da sombra ni sirve para nada, es el que desea gobernar y someter a los demás.
Lo interesante de estos textos es que en el mismo libro de jueces, se describe como unas mujeres mátan al líder opresor tirando una piedra desde una pared de una fortificación. En la historia occitana, durante las guerras religiosas entre el Papado y los Reyes del norte contra lxs herejes, el conquistador Simón de Monfort es asesinado de una pedrada lanzada de un pedrero manejado por dos mujeres. Gran analogía y protagonismo de la mujer en una gesta en defensa de lo propio. ¿Quien puede saber si estas mujeres eran Católico Romanas, Cataras, Judías o Valdenses?, lo importante es que defendían una unidad de múltiples mundos que convivían entre sí, con fricciones entre ellos pero con una esperanza en común.
La decidía del poder contra la mujer valdense. El arte nos habla.
¿Qué sucede en la reforma de Calvino del siglo XVI? ¿Qué diferencias hay con la reforma valdense?
Desde el punto de vista de cómo se realiza el cambio se puede tener en cuenta que Calvino dedica su obra: “La enseñanza de la fe cristiana” al rey, para influir sobre él. Valdo dedicó las traducciones de la biblia para ser legibles al pueblo, de todo espectro. En uno se deposita la fe en un cambio que se produce desde arriba hacia abajo y en el otro de abajo hacia arriba, como Jesús y sus discípulos.
Al igual que Valdo, Calvino comprende que es importante la instrucción y educación del pueblo. En el movimiento valdense se mueve con el soplo de vida en forma itinerante o de tejido y no bajo el concepto de ciudad estado.
En Ginebra se cambiaron las costumbres, prohibiéndose la embriagués, la vida de lujo y de placeres, como así también era castigada la mendicidad. Valdo, no se habría centrado en la prohibición y castigo, sino en la conversión dada por Dios.
En Valdo, es un conocedor de la usura, y en el caso de Calvino da que pensar sobre una cierta ingenuidad. Si bien se puede ligar en su pensamiento el trabajo y a la vida humilde, esto no evita la concentración de capital y la devastación de las bondades de la tierra. Calvino hace lícito el préstamo con interés, regulado en un máximo de un 5% y del 0% para los casos de préstamos para la subsistencia de los pobres. Si bien el préstamo por interés ya existía Calvino le pone un tope, no considera su eliminación. El interés conlleva como ya sabemos hoy día a que las personas vivan del mismo, es decir lucren del trabajo de lxs otras. Así también hay un desconocimiento o ingenuidad en lo referente a la oferta de dinero. Es decir si a una persona que centra su vida en el progreso comercial recibe la capacidad de prestar con ganancias, va a preferir ello, en vez de prestar al pobre. Por otro lado, esto mismo determina que la familia pobre solo puede aspirar a tener progreso si no es con interés, sino no tiene derecho al mismo. Si esto fuera así, contradice a los conceptos del jubileo y la restitución de los bienes prestados, donde se penaliza a quien se niega a prestar cerca de la fecha final del periodo de jubileo.
Calvino propicia la distribución de las ganancias por medio del empleo. Es decir, el empresario que acumula capital debe dar empleo a más personas para darles trabajo. A su vez es sabido sobre los castigos físicos sobre personas que vivían de la mendicidad. Esto no deja de ser, acompañado por el interés selectivo para el crédito, una solución muy controversial. ¿Por qué? , porque la única salida para el/la menesterosx pareciera ser el empleo, y por ende potenciar las estructuras de patronazgo que tanto Jesús combatió y de las cuales el reinado de Dios debe estar libre de ellas. Era más fácil emplear, que empoderar a las personas en su propia producción y en una no economía del compartir que anteriormente desarrollé. La idea de la valorización de la concentración de recursos conlleva al patronazgo. Por ende estas maneras de desarrollar la distribución de los recursos y su medio para obtenerlos, desdemocratiza la sociedad.
El sentido de predestinación de Calvino dio la certeza a lxs creyentes de haber sido elegidxs por Dios. En un modelo de prosperidad industrial y comercial como el impulsado en Ginebra, esa certeza conllevo a pensar que Dios acompañaba a la concentración y por lo tanto esta era válida, un regalo de Dios. La dedicación debía estar asociada al trabajo, no implicando esto que esté asociada a la prédica en su amplio sentido y práctica. En este concepto la vida cristiana se extiende en la generación de excedentes selectivos. En el movimiento valdense la extensión se realiza formando redes horizontales y en una vivencia del amor, la caridad, para la construcción de un reinado de Dios en continuo rehacer y reconstrucción. Esta dinámica es propia de la construcción de redes donde cada nodo actúa según su realidad y necesidades. Esto produce una democratización a través de la descentralización y la pluralidad de mundos dentro de una misma visión teológica.
El concepto de ciudad estado y consistorio en el siglo XII.
Las novelas caballerescas de la época tenían como misión educar y transferir valores a lxs nobles. Las obras artúricas bretonas desarrollaban el concepto de la mesa redonda donde la cabeza de la mesa era el rey mítico Arturo. En la novela del Parzival, escrita por un contemporáneo de Pedro Valdo llamado Wolfram von Eschenbach, existe una mesa redonda pero esta es presidida por Dios. La sociedad propuesta en el Parzival, que según diferentes historiadores concuerdan que se trata de una obra basada en la realidad política y social provenzal, es la característica de los movimientos religiosos de la época. El ingreso a esta mesa si bien es a través de tener una conciencia en el dolor del prójimx, la humildad y el amor cortes occitano, esta no deja de estar centralizada en un castillo. Su personaje principal es un campesino que desconoce que es noble. El concepto del gobierno de una ciudad a través de un consistorio nace de los fervores de cambio del siglo XII y la transformación cultural que se desarrolla en el sur de Francia. Sin embargo, el valdismo primitivo, es mucho más popular. No hay nobleza dirigente, o personalidades prominentes que ejercen un gobierno o cabeza, sino que son simples ciudadanxs que deciden vivir como lxs más desposeídxs: sin centralismo, tanto sea por decisión o por designio histórico. Lxs referentes de la comunidad itineran en la malla, en la red de comunidades, en el mismo pueblo, sin claustros o grupos de liderazgo.
¿Cuál es la diferencia entre malla y centralismo?
En el valdismo del movimiento y estructura de malla o itinerancia, se pasa a un modelo más centralista basado en la capilla. Esto si bien pudo haber colaborado a la organización institucional y quizás a una estructura más solida para tiempos adversos y bélicos, debió haber generado una diferencia fundamental en lo correspondiente a la fe. En el modelo donde no hay templo, el servidor se ve obligadx a ir a lxs fieles, no el creyente al templo. Este último genera una concepción casi antagónica con el movimiento de Jesús. También pone una impronta de jerarquía al cambiar el sentido en que se da el servicio. Como todo momento lleno de confrontaciones adversas y armadas, las sociedades tienden a centralizarse, surgiendo una pérdida de poder y liderazgo del pueblo en sí mismo. El movimiento valdense primitivo por decisión o consecuencia está más cerca del actuar de Jesús y la Iglesia institucionalizada más cerca del templo y el sacerdocio.
¿Por qué digo que el humano europeo moderno se conforma en proceso de las herejías medievales?
El creyente comienza a cuestionar la ideología imperante de Dios. Interpela a ese Dios, y actúa comunitariamente en la búsqueda de una nueva realidad, que quizás impulso a algunos a lo que llaman ateísmo y a otros a una búsqueda de otro Dios posible.
Fuentes:
http://www.miguelgarciavega.com/la-trobairitz-y-la-soldadera/
Éxodo. Una Lectura Evangélica y Popular de Jorge Pixley.
La utopía de Jesús de Rubén Dri.
Historia del Valdismo Medieval de Amadeo Molnar.
Cátaros de Jean Blum.
Los Herejes de Michael Frassetto
Hola Gustavo, disfruté mucho tu artículo. Soy historiador y por cosas de la profesión estoy conociendo a la comunidad valdense la cual me ha sorprendido por su progresismo. Vivo en Paraná, Entre Ríos, provincia que tuvo dos comunidades valdenses muy importantes en Rosario del Tala (hoy metodista, otra comunidad progresista) y San Gustavo, una comunidad muy dinámica. Te dejo un saludo y mi gratitud.