
Hay múltiples relatos de marineros sometidos a crueles castigos por parte de capitanes de embarcaciones solo por pequeños errores. Se consideraban gobernadores tiránicos en sus embarcaciones sometiendo a brutalidades a los embarcados. Algunos perdieron dientes, ojos y dedos por las palizas propiciadas.
Richard Baker un marinero que enfermo de disentería, fue obligado a mantener el timón del barco por cuatro horas, luego fue azotado y atado al palo más cercano a la popa y murió a los cuatro días. Anthony Comeford acusado del robo de un pájaro fue azotado hasta la muerte. El capitán John Jeane se obsesionó con un joven muchacho ayudante de tripulación dándole una paliza y vertiendo agua salada con vinagre en sus heridas, luego lo colgó del mástil con sus extremidades extendidas por nueve días, para luego arrastrarle y caminar sobre su cuerpo. Luego ordenó que los marineros hicieran lo mismo, pero sus compañeros se negaron, entonces el capitán comenzó a patearle y presionar su pecho, hasta que el muchacho expulsó sus eses. Le obligó a comérselas. Luego de dieciocho días de palizas murió.
Muchos capitanes se ensañaban con marineros negándole su comida y aplicándole azotes hasta que no pudieran estar más tiempo parado. Las golpizas con bastones a quienes trabajaban despacio eran habituales. Quienes eran sorprendidos en hurtos menores eran sometidos a golpizas entre dos hileras de hombres. También había sanciones severas para quienes hacían pis en la cubierta. Aquellos que cometían faltas graves eran sometidos a tremendas palizas, de 70 a 300 latigazos o la horca.
La comida principal con que se alimentaban procedía de toneles muchas veces agusanados o putrefactos que contenían pedazos de carne salada. Los bizcochos de barco eran prácticamente incomibles, muchas veces con gusanos. Avanzada la navegación en algunas semanas, el agua para beber ya se encontraba con moho y mal oliente, siendo estas unas de las causas de la disentería.
Todo esto hay que comprenderlo también dentro de su marco de:
- mortalidad del 40% de la tripulación en viajes largos
- reclutamiento de marineros por medio del rapto o el engaño
- salarios que no se pagaban
¿Cómo no habría de esperarse una reacción?, que los marineros se amotinaran y se organizaran. Que eligieran sus propios capitanes. Que dejaran expresar un espíritu de equidad y una decisión de formar su propia marina con preceptos contrapuestos a los vividos e impuestos. La piratería surge como una respuesta a la opresión y esclavización. Los piratas formaron diferentes enclaves en el mundo, en busca de una utopía igualitaria. Estas sociedades autogobernadas fuera del poder imperial. Entre ellas se puede citar: Libertalia, Bahía de Barataría, San Francisco de Campeche, Isla de Borneo, Joló, Isla de Tórtola, Isla de la Tortuga, Port Royal, Ciudad amurallada de Kowloon y Eyl.
Si no leíste el artículo anterior, recomiendo que lo hagas.
Fuentes:
Colin Woodard, «La república de los piratas», Crítica, Barcelona.
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