La automatización y el otro

Automatización y el otro la deshumanización

Toda empresa tiene uno o varios dueños, establecimientos y personas que trabajan en la producción. Esta es una manera simplificada de verlo, pero que será útil para tomar conciencia del porqué de la automatización y el desprecio a la vida humana.

La religión secular del mercado, tiene una estructura que también puede ser simplificada para su comprensión. En principio hay que entender que el mercado tiende a encumbrar o bendecir a personas que cada vez que poseen más capital pueden expandir más fácilmente sus redes de beneficios. Así como los reyes fueron y son encumbrados o se les confiere un cargo simplemente por designio divino, el dios mercado hace lo mismo. El mercado (conformado por sus intereses materializados por grupos económicos) unge a un empresario, el cual recibe un poder organizador y de generación de dependencia de las personas que se ven necesitadas de tener una vida digna o próspera. En dicha estructura, el o los empresarios consignan diferentes roles y organizan su emprendimiento.

La estructura creada tiene un poder en la comunidad, ciudad o entorno en el cual dicha estructura se relaciona. Una vez que un grupo inversor o empresario accede a un cierto capital, adquiere poder y control sobre la sociedad de diferentes maneras. Pareciera que todo está circunscripto por el dominio de la libertad, sin embargo no es así, cada vez que se trata claramente de una relación de jerarquía y dependencia no solo entre empresario y trabajador, sino también entre la empresa y la comunidad sobre la cual posee incumbencia. Por supuesto el entramado es complejo, no todos son “Señores” hay también “Señoritos” relacionados en una compleja, pero no difícil de visualizar: red de dependencias. Por supuesto las estructuras son jerarquizadas o verticalistas o de obediencia unidireccional,  lo cual es esperable dado que en dicho contexto está presente la realidad de guerra o competencia económica.

La eficiencia en la conquista o la eliminación del otro requiere de jerarquía y absolutismos. Es más fácil ordenar y obedecer, más que convocar a consultas o asambleas ¡Es más rápido! En un mundo donde lo importante es de quien da el primer golpe o toma la mejor y astuta ventaja. En ese “juego de estrategia” cuasi medieval se desarrolla el capitalismo. Por supuesto se minimizan las guerras sangrientas, más al mismo tiempo aumenta la marginación augurando la muerte de inocentes que llegan a ser considerados como personas que en muchos casos, para acallar la conciencia, se les llama vagos.

Las guerras son eficientes y posen un justificativo.

En la guerra de mercado el dogma que justifica toda deshumanización es la maximización de la eficiencia en las ganancias. Sea por medio de la destrucción del otro, su dominación, esclavización o dependencia por medio del consumo y la adicción al mismo, la necesidad de pertenencia y de dignidad en un mundo de señoreaje.

Es necesario ser exitoso, ser próspero, y un buen Señor dando trabajo a otros desde la abundancia propia. El éxito del pueblo depende de la opulencia de sus monarcas, quien le da de comer de su mano. El empresario es monarca por origen o derecho divino, otorgado por el dios mercado, considerándose organizador y administrador de vida. Tal es así que cada vez más vemos como estos monarcas, no conformes con sus dominios directa o indirectamente necesitan ser partícipes o dirigir las políticas de los estados. Se consideran dadores de verdad y benefactores, rodeados, sin embargo, de una avaricia desenfrenada para su beneficio o de quienes quieran ser igual a ellos, generando la exclusión y desaparición de aquellos que no se adaptan o no tienen un lugar en dicha dictadura. Me refiero a no tener un lugar en el sentido amplio: una casa, posesiones básicas para llevar adelante sus vidas o un lugar de oportunidades por el cual ganarse el sustento libremente.

Sin tentaciones, necesitan dar de comer de sus manos. Hubo uno a quien le seguían para encajarle el título de Rey y de vez en cuando se alejaba para estar tranquilo. Una vez, rodeado de piedras sobre el suelo arenoso del desierto, fue tentado a convertir todas las piedras en pan. Imaginémonos a nosotros mismos en un desierto lleno de piedras y muertos de hambre, porque ya hace días que estamos en él, y se nos estimula a convertir todas esas piedras en pan, en alimento… ¿Resolvería eso el hambre de quienes no tienen alimentos? ¿Incluso cuando el que los reparte sea solo uno y a todos los demás que lo necesitan se les es negado por otros? Es una gran trampa. Si no existe una voz de conciencia, esperanza y vida plena para todos, que transforme la sociedad y haga que cada uno obtenga su pan sin intermediaciones y mandamases, no habrá justicia ni los seres humanos seremos mejores.

Nos dirán: “el mercado se regula”, mientras se aplican medidas y reglas inhumanas que marginan, que quitan oportunidades, que concentran todo en unos pocos. De la misma manera que se devastan las bondades de la tierra y se contaminan los recursos naturales, con la misma conciencia el mercado se regula.

En la guerra, la conquista; en la deshumanización, en el autoritarismo, quien está fuera, en la periferia, el que no es parte: se elimina. Pierde toda la condición de ser humano, pasa a ser un semi-humano o prácticamente una cosa. La periferia, la exclusión y la marginación son consecuencia directa de una totalización. De la construcción de una única verdad que elimina al otro.

Como un Caín del relato bíblico que mata a su hermano para poseer la bendición y la totalidad. Caín estaba en el mundo de la ciudad y Abel en el mundo del campesino. Caín al matar a su hermano Abel, se apodera de la totalidad. Así también en el gran mito del génesis la humanidad representada en Adam y Eva, toman el fruto del bien y el mal, para considerarse como monarcas rectores de lo que está bien y está mal, y ser dueños de la totalidad. El empresario al automatizar y prohibir al trabajador de su sustento para la vida, lo está matando. Lo mata de diferentes maneras tanto sea en lo espiritual, en sus necesidades de sustento de vida y en la de considerarse persona hacedora y laboriosa. Es dueño de la totalidad y ya no tiene insubordinaciones.

Pero como si esta reflexión no fuera posible, encontraremos que muchas personas crean nuevos dogmas o falacias como que los empresarios se auto limitarían en el uso de la automatización en función que necesitan tener consumidores (considerando exclusivamente a los obreros como consumidores). Caín mata a Abel, y se queda sin hermano. Para que no haya Caínes debemos trabajar por un mundo distinto, un mundo que es posible y que para ello es necesario des-construir, desmontar todos aquellos dogmas que mantienen la injusticia. Deshacernos de nuestros juramentos de lealtad que mantienen las estructuras, y el ansia desenfrenada de ser totalidad: Yo soy el ungido, el monarca, quien te da de comer, rector y dueño de tu vida.

Sigamos trabajando arduamente como si la realidad fuera a ser otra mañana, más siendo conscientes que llevará mucho tiempo. Resignifiquemos el trabajo arduo en el servicio.


Fuentes:

Enrique Dussel, Caminos de liberación latinoamericana I. Interpretación teológica ética. (Conferencias de 1972)

“La tecnología y las ganancias al servicio de los exclusivos. Marginación para los otros.” Revista TECNOLOGIA HUMANIZADA, N.º 1, Año 2022. https://humanizationoftechnology.com/la-tecnologia-y-las-ganancias-al-servicio-de-los-exclusivos-marginacion-para-los-otros/revista/automacion/02/2022

“Inteligencia Artificial y Robots Humanoides. La crítica. Primera Parte.” Revista TECNOLOGIA HUMANIZADA, N.º 3, Año 2018. https://humanizationoftechnology.com/inteligencia-artificial-y-robots-humanoides/revista/automacion/09/2018/

“¿Quién es el otro?” Revista TECNOLOGIA HUMANIZADA, N.º 1, Año 2025. https://humanizationoftechnology.com/quien-es-el-otro/revista/2025/volumen-1-2025/02/2025/

Acerca de Gustavo Reimondo 133 Artículos
Coordinador de Tecnología Humanizada. Coordinador del proyecto Realidad Empoderada. Un proyecto de realidad virtual para la concientización en una praxis solidaria. Miembro del grupo: "La familia de la calle", organización conformada por personas indigentes y no indigentes en una relación igualitaria. Experto en Robótica, Instrumentación & Control, IoT, Sensórica y sistemas microcontrolados. Experto en el proyecto, especificaciones técnicas y acompañamiento en obras de Infraestructura física de telecomunicaciones para varios continentes. Expresidente de la primera compañía SCM International, Inc. de productos por catálogo de habla hispana de robótica educativa, diseño electrónico, adquisición de datos, sensórica, internet de las cosas etc… Diseñador y programador de herramientas de simulación y adquisición de datos con PC. Desarrollo de múltiples productos electrónicos de baja escala dedicados a la medición, electricidad y sistemas de control de efectos.

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