Hay estadísticas de que los trabajos textiles de mercado, corte de tela y otras tareas desaparecerán en los próximos tiempos. Estadísticas indicaron que de 2014 al 2024, desaparecerán el 26% de estos empleos. No olvidemos que muchos de estos puestos de trabajo corresponden a operarios que viven el mes, la quincena o el día. Es también una opción para personas indigentes que puedan profesionalizarse y acceder a una vida digna.
¿Qué pasará con estas personas?
Se habla que, al modernizarse la automatización, la producción y mantenimiento de esta nueva maquinaria genera nuevos puestos de trabajo. Una respuesta que ronda lo mágico para explicar un complejo problema social. Como es obvio, la fabricación y diseño de los automatismos también está en gran parte automatizada, como de la misma manera la cantidad de máquinas a producir y las horas hombre de diseño y montaje, nunca superarán a la cantidad de horas de producción humana. Un fenómeno importante que tener en cuanta, es que los puestos de trabajo generados por la automatización corresponden a mano de obra especializada. A su vez, esta mano de obra pertenece a otra realidad social y otros intereses que poco tienen que ver con quienes no poseen opción a un trabajo y vida prospera. Son parte de los sectores beneficiados y que ofrecen lealtad a los intereses empresariales de maximización de las ganancias.
Las problemáticas sociales son complejas, y la tecnocracia gusta del reduccionismo para sacar ventaja y generar pensamientos sesgados para aquellos que no quieren o no pueden tener una empatía con los sectores marginados. La brecha entre sectores pudientes y sectores marginales es cada vez mayor. Grandes sectores de las poblaciones llevan una vida inmersa en la alienación. El luchar por la sobrevivencia, el poder comer en el día, conllevan a una vida que poco permite del orden, horarios y dedicaciones exclusivas. Sin perder de vista tampoco el flagelo de las adicciones, los abusos de todo tipo, y la flagelación de vidas que no pueden insertarse en los sistemas educativos y de asistencia porque están pensados y construidos para otras realidades, la de los pudientes, los que podemos.
La empresa Delta de maquinaria textil automatizada dice en un artículo sobre las bondades de máquinas textiles: “Reducen los costos de personal, gracias a la automatización de máquinas y el control de la empresa. Por otro lado, se necesita inversión para realizar la automatización y mayor calificación humana”
Mientras sigamos destruyendo empleos, y generando unos pocos calificados y desconectados de las realidades sociales de pobres, indigentes y marginales; estaremos destinando a la marginación y exclusión, mortandad y hambruna aparte de la humanidad. Seguramente se piensa que no es responsabilidad de los que tienen opciones, que encuentran su opio en la religión de mercado y sus frases sesgadas que darán explicación a lo inaceptable. En sus estadísticas y análisis, estarán siempre ausentes quienes no tienen voz, los nadie, para que siga la fiesta y el culto a la deshumanización y sacrificios humanos.
No por nada, las revueltas de los trabajadores, la población pobre, familias y pequeños fabricantes textiles, al principio de la revolución industrial en Inglaterra se vieron sofocada por la ley marcial, la militarización y la horca.
“La tecnología, no es buena, ni mala”, pero mal utilizada y con intereses mezquinos, es inaceptable.
Actualmente, la disminución de los puestos de trabajo no se debe por una caída en la demanda, sino por la manera en que son hechos los productos por medio de una automatización pensada, no para asistir al trabajador, sino para maximizar las ganancias de los empresarios y sectores asociados.
Por otro lado, la industria textil posee, en muchas regiones, estructuras de producción basadas en la mano de obra esclava. Ello es deplorable, y es un tema del cual se conoce bien y es de dominio público. En muchos países esta situación es controlada y penalizada. Sin embargo, la solución del mundo tecnológico está basada en producir industrias automatizadas para competir con los costos, lo cual prácticamente llevaría a la exclusión laboral de muchos y a favorecer económicamente a unos pocos. ¿Acaso creías que una solución es mejor que otra solo porque la marginación producida por la segunda se esconde o no se habla de ella?
Todos estamos preocupados de la protección del empleo ante la oferta en el mercado internacional de productos asiáticos de bajo costo de producción y malas condiciones laborales. ¿Quién se preocupa por el cuidado de los empleos y de quienes pueden acceder a los mismos, para insertarse y tener acceso a sus necesidades, ante la automoción descontrolada para la maximización de las ganancias?
Se habla de la libertad de mercado, libre de monopolios, donde tampoco el más desprotegido se puede defender por su agremiación, porque es considerada un monopolio. Ya que, según esta ideología, el salario debería variar según una libre oferta y demanda. Pareciera ser que cuando el capitalista automatiza un proceso, creando la sustitución de trabajo y ganancia en su beneficio y el de sus sectores asociados, no monopoliza y deja fluctuar libremente ese mercado. ¿Acaso hay que callar cuando se beneficia a los ya beneficiados por el mercado?
El proceso de marginación, como ya lo venimos viendo, se agudiza en los países periféricos. Esto se debe a que el aumento de productividad debido a la concentración de la automoción tecnológica y la innovación se refleja directamente en la sustitución de la producción local periférica por el excedente de los centros industriales. De esta manera, la marginación aumenta en nuestras tierras, y los profesionales emigran buscando ser parte de los países centrales, generándose una mayor enajenación (*) de la vida de quienes cada vez tienen menos opción.
(*) Pérdida transitoria de la razón o los sentidos, especialmente a causa de un sentimiento intenso de miedo, enfado o dolor.
Fuentes:
https://www.businessinsider.es/10-trabajos-van-desaparecer-proximas-decadas-555013
Ignacio Martín Baró, “Psicología de la liberación”
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