La palabra “bios” significa vida. Construir biológicamente, quiere decir construir con materiales ecológicos, que no generan impacto ambiental, materiales reciclados o altamente reciclables, extraídos mediante procesos sencillos y de bajo costo, economizando energía de manera natural.
El acto de construir y edificar genera un gran impacto en el medio que nos rodea. La bioconstrucción busca minimizarlo, en la medida de lo posible, ayudando a crear un desarrollo sostenible que no agote al planeta sino que sea generador y regulador de los recursos empleados en conseguir un hábitat saludable y en armonía con el resto. Los arquitectos de las culturas nativas sabían, por instinto, dónde y cómo había que construir viviendas que permitieran a sus habitantes, en las condiciones técnicas de la época y de acuerdo con las influencias específicas del medio ambiente, conseguir el confort óptimo de sus viviendas.
En el siglo XX, con el advenimiento de la modernidad y la aparición de nuevos materiales convencionales, prácticamente se abandonó la construcción con materiales naturales. Desde la década del 70, con la crisis del petróleo y la generación de una conciencia ecológica, se viene retomando y reutilizando la construcción con tierra.
En Uruguay tradicionalmente se construyó con tierra en el medio rural, con las técnicas de terrón, adobe y fajina con techos de quincho. En la mayoría de los casos, estas viviendas fueron realizadas con escasos recursos y sin respetar las normas de diseño básicas de la construcción con tierra, presentando en consecuencia múltiples patologías y ocasionando perjuicios contra la construcción con tierra. Por ejemplo, construcciones sin cimiento, sin aleros, sin revoques, exponiendo las paredes de tierra al agua y al viento. Cuando la casa está bien diseñada, la tierra se mantiene seca y no se producen patologías. Respetando los principios básicos de la bioconstrucción y arquitectura bioclimática, los edificios resultan altamente duraderos, sanos, armoniosos; demandan un escaso mantenimiento y tienen una mejor eficiencia térmica, lo que ahorra energía (como iluminación, calefacción y refrigeración). En cuanto a las terminaciones, se pueden utilizar las mismas que en las construcciones convencionales, para pisos o paredes: azulejos, cerámicas, baldosas, madera, etc. Las instalaciones sanitarias y eléctricas, así como las aberturas, son estándar.
De esta forma logramos retomar las sabias técnicas de construcción ancestrales y adaptarlas a la contemporaneidad, tiempos de gran crisis de la humanidad en los que urge encontrar nuevas formas de habitar el planeta.
La Tierra como material en la Bioconstrucción.
La construcción con tierra es muy antigua. Más de un tercio de la población mundial habita casas construidas con tierra. Hay incluso construcciones de gran tamaño y hasta suntuosas, por ejemplo, pocas personas saben que el Taj Mahal debajo de sus mármoles tiene estructura de bambú y barro. En Yemen se encuentran casas altas hechas de tierra y son famosas porque alcanzan los ocho pisos de altura, muchas de ellas tienen 400 años de antigüedad. La tierra apisonada incluso se ha usado en muchos tramos de la Gran Muralla China.
Estas son pruebas de la durabilidad de la tierra como material de construcción y de la fiabilidad de los métodos constructivos en tierra. Hay construcciones de tierra en todos los continentes, en todas las culturas.
La construcción con tierra se basa en el aprovechamiento de los recursos naturales disponibles, utilizando herramientas simples y el mínimo de mano de obra especializada. Requiere una mínima manutención y tiene una alta durabilidad, cuando la construcción está bien diseñada dura cientos de años.
La tierra como material tiene buen comportamiento para todos los parámetros técnicos valorables en bioconstrucción: capacidad de respiración, calor biológico, buen conductor, ausente de radiactividad y sustancias tóxicas, higroscópico, acústico e incombustible entre otros. Al trabajarlo, es maleable y agradable al tacto lo que favorece la creatividad. Su obtención es respetuosa al ambiente, si se extrae del propio emplazamiento, provoca un impacto mucho menor en huella de carbono que una construcción convencional. Se escoge la técnica en función de la tierra disponible y se le agregan otros materiales, por ejemplo: paja, arena y a veces bosta.
Por otro lado, la tierra es totalmente biodegradable, es decir es posible integrar el material en la naturaleza cuando se abandona la construcción.
Beneficios de las construcciones con Tierra.
– Control de la humedad: los muros de tierra respiran y permiten la regulación natural de la humedad en el interior de la casa. Al mantener la humedad relativa constante se evitan las condensaciones, beneficiando de esta forma, la salud de sus habitantes.
– Propiedades térmicas: la tierra tiene una gran capacidad de almacenar el calor y cederlo posteriormente (cualidad conocida como inercia térmica). Así, permite atenuar los cambios de temperatura externa, creando un ambiente interior agradable, contribuyendo a disminuir los costos de energía para calefacción o refrigeración.
– Propiedades de aislamiento acústico: los muros de tierra actúan como aislantes sonoros, de modo que se convierten en una eficaz barrera contra los ruidos indeseados. Filtra ondas sonoras y frecuencias moduladas altas y bajas (radio, wifi, etc.) gracias a la composición absorbente de la tierra.
Algunas definiciones que nos parece importante aclarar.
– La construcción tradicional es la que se pasa de generación a generación.
– La construcción convencional es la que siempre genera un mantenimiento a conveniencia de la industria.
Sobre Ambientación Integral.
Ambientación Integral (AI) es un emprendimiento que se dedica a la arquitectura bioclimática y sustentable. Construimos casas bioclimáticas en tierra, asesoramos y colocamos energías renovables, y realizamos saneamientos ecológicos de evapotranspiración.
Asimismo realizamos talleres de capacitación en arquitectura sustentable y construcciones bioclimáticas. En estos talleres circulamos por distintos espacios en construcción de todo el país.
Hemos estudiado un amplio conjunto de técnicas y tecnologías apropiables a diferentes contextos y variables climáticas, y diseñado un modelo pedagógico para que las/los participantes puedan adquirir los conocimientos de nuestra investigación así como la experiencia vivencial, como herramientas para la auto-construcción. En nuestros talleres también hacemos hincapié en la deconstrucción de ciertos comportamientos habituales en ambientes de obras, padrones de la masculinidad que deben ser cuestionados y cambiados. Promovemos la igualdad de género.
“Del polvo venimos y seremos tierra, arcilla y cal. La tierra respira porque es donde habitan nuestros ancestros.” Ambientación Integral
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