Para mí, la pintura es una manera de vivir, vivir en pintura es equivalente a hacerlo en poesía o en música, es el medio a partir del cual se hacen posibles las cosas imposibles, abre puertas al misterio, pero no para revelarlo, sino para entrar en él y entonces nutrirse, levantar el vuelo de la imaginación, proyectarse a lo desconocido, es sin dudas una gran aventura!!!.
Estudié pintura y dibujo con modelo vivo en los talleres libres de plástica de la escuela Martín Malharro allá por el año 1978, luego en el 79 ingresé a “La Peña de artistas plásticos” bajo la dirección del Maestro Ítalo Grassi y María Rosa Tola, también Eduardo Martín, el cual era asistente ayudante en las clases de dibujo hasta 1983, a partir de ese año comenzó mi trabajo personal, ya sin dirección.
Participé en salones colectivos en Mar del Plata y también en ciudades del interior, me inicié en el muralismo también a partir del año 1979 y desde entonces son varios los trabajos realizados en encuentros colectivos, clubes, escuelas, etc. También algunas muestras individuales, no participo en certámenes de plástica desde los años 80 por decisión propia, en virtud de estar convencido de que las artes no son materia de competición, no obstante otras posturas son dignas de respeto.
He adoptado la figuración como medio expresivo, en relación con los contenidos, han sido variados, en general he tratado de mantenerme dentro de los ámbitos que configuran nuestra identidad de región y geografía, por ejemplo, la obra de tapa hace referencia a un entorno en el que el paisaje se amalgama con sus habitantes en un paraje imaginario del noroeste puneño, generalmente utilizo pinceles y el óleo como materia, a veces recurro a la espátula para lograr una textura especial, nuestra historia, nuestros paisajes, el folklore, las leyendas, son la sustancia cultural de los pueblos de Sudamérica, con frecuencia aparecen en esta propuesta pictórica, los habitantes y sus entornos, la música y la poesía autóctonas, la cosmovisión de los pueblos originarios, todo ello configura la fuente donde abrevo para la idea y la ejecución pictórica, considero que es importante sentirse un artista latinoamericano, quizá como un heraldo del sur del mundo y de esta manera ser un difusor de nuestros colores, nuestros acordes y nuestras imágenes.
Que manera de pintar tan expresiva y diferente a lo que he visto.
Le felicito sinceramente.
Así también pensaba Alberto Bruzzone,el arte no es competir es para el deporte.felucitaciones!